La regulación para prevenir los delitos societarios cada vez es mayor, se intensifican los controles y las compañías libran una batalla por adaptarse a las estrictas normas de cumplimiento. Sobre este escenario surgen las tecnologías aplicadas a la gestión del riesgo, al compliance y a la monitorización de movimientos empresariales. Su nombre, RegTech y su implantación, cada vez con más peso, con alrededor de 87 empresas dedicadas a este servicio.
Sobre esta nueva tecnología aplicada a la medición y a la gestión eficiente de los riesgos empresariales conversaron nuestra socia Ainhoa Veiga y María Dolores Pescador, fundadora de la empresa RegTech Solutions, en una charla en la azotea de la editorial Lefebvre- El Derecho moderada por Paloma Llaneza, sociedad directora de Razona LegalTech. Ambas coinciden en las oportunidades que esta tecnología abre para las empresas y, también, para las obligaciones en aumento que tienen los despachos de abogados en esta materia.
“De momento, las empresas innovadoras que están iniciando su camino en este mercado están enfocadas fundamentalmente a todas las cuestiones de gestión de riesgo, cumplimiento y reporting”, explica Ainhoa Veiga. Asimismo, de forma paralela a las empresas, los entes reguladores están desarrollando su propia tecnología potente para avanzar en la detección de posibles incumplimientos. “Es tecnología dirigida a ayudar al cumplimiento, sea en la industria que sea”, apuntó nuestra socia.
Respecto a los despachos de abogados, Veiga recuerda el trabajo que ya se viene realizando en materia de Protección de Datos, desarrollando herramientas de machine learning e Inteligencia Artificial para entender y gestionar mejor el negocio, por un lado, y por otro adaptarse a las normas de cumplimiento existentes. Precisamente por eso, los abogados son los primeros clientes de estas tecnologías, que permiten conocer en profundidad al cliente y poder adelantarse a futuras incidencias.
Asimismo, Ainhoa Veiga incide en la importancia de que estas tecnologías sean escalables, es decir, con la capacidad para crecer y adaptarse a los futuros cambios. Y, en este proceso, la clave es trabajar mano a mano con los grupos de interés. “La colaboración de todos los stakeholders es fundamental”, concluye nuestra socia.